No se si habrá en la Peninsula otro cielo tan azul cómo éste. ¡No tiene ni una neblina!, nada, todo limpio.Quizá se nota que es Agosto y han disminuido notablemente los coches,El aire es seco y caluroso, pero limpio. El verde de los pinos, brilla también.El entorno que me rodea resulta muy placentero y tranquilo, siempre que me pueda mojar, porque la temperatura es muy alta.
El mes de Agosto, en Madrid y alrededores, no es fácil de soportar. Te invade la somnolencia a partir de las dos de la tarde. No puedes hacer nada físico, sudas copiosamente, es el momento de aprovechar para la siesta o las aficiones a la tecnología.
Trabajar es muy costoso,por ello dieron vacaciones a media ciudad y corrieron todos a las playas, irónicamente a por sol. ¿No tenían aquí bastante para dar y tomar? Podrían ponerse morenos en dos sesiones.Se ve que necesitan el mar,aunque luego, algunos, no se bañen en toda la mañana, pero la vista del agua debe ser refrescante por sí sola.
Otros,suben en bicicleta a la montaña. Allí también "pega", pero pedalean, beben y sudan. Son vacaciones,si, pero, ¿ No sería mejor subir en Septiembre?¿Es tan urgente visitar los montes? Quedan 11 meses, mejores que éste.
Por otro lado,existe un ejercicio de montaña, que también resulta raro. Me refiero a lo que he visto anunciado sobre excursiones a la sierra, aprovechando la noche, en éstas fechas de "luna nueva", o sea, que estará el monte como la boca del lobo. Pues nada, se apuntan como locos ¿Pero que van a ver? ¿luciérnagas?
Los que me dan cierta pena, son los turistas del norte, pobrecillos, en el centro de la ciudad y sin costumbre de "asarse."
Vagan alrededor de las terrazas, pero en ésta ciudad, no te sirven las sombrillas, ni los árboles, ni las bebidas frías; andando de acá para allá, no te salva nada, sólo tu propio sudor.
Si optas por ir de compras estás un poco mejor, si es que te metes en un gran centro comercial con fuerte aire acondicionado, porque en las pequeñas tiendas con la puerta abierta, no hay aire que enfríe.
Me hacía estas reflexiones mientras sudaba en casa por la tarde, ni siquiera aquí me libraba de las altas temperaturas.
Leí en un libro,que hace el mismo calor que en Jordania, pero en Madrid no se presume
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