CAPITULO I
De momento vivo aquí.Pero no se si durará porque en ésta casa, son raros, muy raros.
Os cuento como puede ser la vida de una gata, medio casera, medio libre.Llena de sobresaltos.
Ahora me voy a mi lugar favorito, un escondrijo que me he buscado para refugiarme en los momentos difíciles, cuando me siento un poco agobiada, pero mañana al amanecer volveré a mi casita de gatos, encima del armario.
No se como subiré porque estos humanos que me acompañan, cada día me lo ponen mas difícil.
Tengo que dar un salto que ningún "gigante" podría realizar, pero se empeñan en ponerme dificultades, tendré que estirar los músculos lo más que pueda.
Me encanta dormir hasta el mediodía, pero me fastidian a las nueve saludándome, con un ¡ Buenos días, Tras!
Me llaman así. Yo no tengo nombre, ni le quiero, pero ellos me chillan, con ese "medio" sonido. ¡Que se creerán!
A veces me vuelvo despacio haciendo ver que les atiendo, pero no me gusta nada que me digan que venga o que vaya, así que me suelo dar media vuelta. Aunque he caído en la tentación de hacerles caso cuando me ofrecen ricas cosas para comer.
A veces tengo un hambre atroz, Esto es lo que me fastidia, estoy en sus manos, ¡ Me gustan tanto sus "bolitas" de carne!
Tiempo atrás vivía una vida muy agradable; iba y venia cuando me apetecía y aquí siempre me preparaban algo rico y sabroso, ¡cómo no aceptarlo!
El barrio es estupendo y ¡bah¡ no tengo ni enemigos grandes cómo podrían ser los perros. Esos pobres están más vigilados y controlados que los prisioneros. No, ya los conozco a todos,¡Tontos escandalosos! lo único que saben es alborotar para que les oigan los humanos.
Suelo pasear cerca dándoles sustos y haciéndoles creer que me pueden asustar ellos a mi, -Ja, ja. o bien : -miau miau.
Pero ahora desde hace un año mi vida ha cambiado.
El primer día fue un olor raro, después sonidos de bebé gato, lastimeros, en la puerta de al lado, y poco a poco me di cuenta de lo que pasaba; han traído ¡un gatito intruso!
Vive en mi entorno, y se pasea por mi jardín. Ya me he acercado varias veces para decirle lo que me parece.
Le he dedicado un gruñido con un buen "bufido" pero no se inmutaba y le defendían siempre.
Ya no podía estar aquí tranquila.
Bueno ¡Ya se irá!
Pero no, no se ha ido y ha crecido mucho . Es blanco, feo y gordo. Encima de todo, ¡viene a provocarme cada vez que sale por el patio!
Le he asustado, bufado, pegado, pero nada le importa. Se lanza a por mi con las peores intenciones, además de molestarme, me quita mi tranquilidad y se pasea por mis dominios. ¡ Es horrible! me voy y no pienso volver! ¡ ya me buscaré la vida!
Tengo la mejor edad, soy una madura de 7 años, pero me cuido constantemente, además, no he tenido cachorros, lo que me mantiene mejor aún.
No se que "experimento" hicieron conmigo, cuando era jovencita que no se me acerca ningún colega. Creo que me estoy perdiendo muchas cosas interesantes, pero supongo que es mejor que tener camadas y camadas, de estúpidos animalitos, rebeldes y curiosos.
Tuve una tonta y loca compañera de piso. Estaba totalmente torpe y pesada, ¡Tenía unas malas pulgas!
La he aguantado de todo.Me ha quitado mis mejores sitios.No me dejaba comer
tranquila, no la podía ni rozar, siempre estaba molesta y cómo era mayor me daba un poco de respeto.
Afortunadamente "no está,"
"se ha ido"
Ahora que soy la "marquesa" de ésta vivienda, aparece alguien más impertinente todavía:"El peludo blanco"
De momento le huyo, por si acaso, pero un día me voy a revolver y va a haber una: "Pelea de gatos" en la que va a quedar zanjada la situación.
CAPITULO II
LA HUIDA
Ahora no hay apenas luz y lo que es peor,hace mucho frío. No lo aguanto.
Tengo el mejor de los abrigos, negro, brillante pero, no soporto tiritar.El calor no me gusta tampoco. ¡A quién le puede agradar "asarse" con un abrigo de piel puesto encima constantemente!
Salgo poco al campo ahora que cambió el tiempo. Me gusta quedarme en la vivienda, calentita, pero aún tengo nostalgia del buen tiempo y me quedo fuera muchas noches.
La verdad es que estoy abusando de los humanos, tengo un montón de trucos para ablandarles; unos paseitos melosos, un maullido suave de atención, otro mas fuerte que no suele fallar...
Como su comida, que dejo si no me gusta, me muevo por su vivienda y busco los sitios más cómodos. Últimamente me he adueñado de un pequeño sofá que suelo usar a mi antojo.
Antes dormía y vivía entre la calle y el porche, pero desde que ha llegado "el intruso" cambiaron las cosas. Me asusta y molesta. Es un macho, huele mal, es pesado.
Decidí poner tierra por medio y me fui...Pero claro, a los tres días no había comido mas que una lagartija tonta y algo de comida de un perro que alguien se dejó olvidada en una casa cercana.En mi vivienda olía bien.
Por la noche esperé, hasta que no noté el olor del "intruso". Volví a mi porche para pedir comida. Tuve suerte. La puerta estaba cerrada, aunque dentro parecía que me estaban esperando. Me abrieron enseguida, me dieron un banquete. No lo comprendo...¡Si me había ido sin decir ni adiós!
Me dejaron entrar en la casa. Me pasee por todas las habitaciones y ¡oh, misterio! me dejaron moverme por todos los sitios, olerlo todo.
Aproveché mi suerte y me coloqué en el pequeño sillón a echar una siesta. No dijeron nada,¡ Me miraban encantados! Pués yo... me quedé toda la tarde. ¡ Que buena casa!¡ mejor que el porche!
Pero al día siguiente ya estaba harta de tanto confort, quería salir.
Me apetecía beber agua en la fuente, subirme a mi lugar favorito para tomar el sol, buscar alguna perdida lagartija, subirme a algún árbol en busca de pájaros despistados,¡mis rollos! Pero no pude abrir ninguna puerta ni ventana.
Di vueltas y más vueltas y nada, no había ni un hueco.¡Qué aburrimiento! me fui a comer algo, tenía la cazuela a rebosar, después a dormir de nuevo. En cuanto abrieron la puerta al día siguiente, me fui, no sin asomarme despacio para ver si estaba "el gato blanco" No se le veía, pero olía fuerte.
Cuando estaba tan a gusto tomando el sol; le veo que viene como un loco hacía mi , con las peores intenciones.
!
De un salto me subí a una ventana, después me metí en el porche, me subí a mi armario, pero "el loco" me siguió y persiguió por todos los sitios. ¡Se armó un alboroto!
!Unos para allá, otros para acá, chillando.
Corrí con todas mis fuerzas hacia la calle y me subí al primer árbol que encontré. El chiflado animal, dio un salto y se subió también.- ¡Pero bueno! ¿Éste que hace? ¡Me come!
Me subí mas alto todavía. Alguien vino y me salvó con mucho esfuerzo, eso sí.
Cuando pude bajar me volví a mi escondrijo a buscarme la vida de nuevo.¡Qué sin vivir!
Cuatro días estuve a mi aire. Ya no podía más, decidí volver a la casa con todas mis precauciones.
Era de noche y no vi nada raro.
Llamé a la ventana, primero suave y luego fuerte, en cuanto me vieron, me abrieron encantados.
¡Bien! otra vez buena comida y cama.
Ahora he engordado; me he adaptado al encierro en los cojines y sofás, ¡hay que comer!
CAPITULO III
PRESENTACIÓN DEL ENEMIGO
Tienen aquí un "jueguecito"... Me cierran, me abren, me dejan en la calle, me reciben encantados. Me comunico con ellos,pero...¡No les entiendo ni les podré entender!
Así es la vida de una gata medio casera, medio salvaje.Espero no tener más tropiezos, pero me temo que sí.
Les he visto leyendo libros para gatos, ¿ Pero ésto que es? ¿Libros para animales, y los escriben humanos?
Por las tardes me pasean en brazos y me llevan a conocer de cerca al "tonto gordo" ¿Pero ...Están locos?
No quiero ni verle , ni olerle, me repele, me atacará y tendré que echar una gran carrera y subirme al mayor árbol, porque a el le pesa el cuerpo y se caerá, seguro!
Bueno pues, ¡No!, Se empeñan y allí me tienen.
Yo no nací con amabilidad, no esperen que le haga ni la mínima muestra de afecto.
Tarde tras tarde, le veo un rato detrás de un cristal, pero no se mueve mucho. ¿Cuando acabará esto?
Sigo aguantando, por el calorcito y la comida, pero me marean y ponen ¡de un humor...!
¡Ese bicho raro, nunca, nunca, será amigo mío!
Ya veo que estas echa una cuentista, y me ha gustado leerlo, esos gatos se ven que se lo pasan muy bien en tu casa, y eso es fácil yo también conozco la casa y no dan ganas de marcharse. Un abrazo enorme amiga.
ResponderEliminarES UN A HISTORIA DE MI GATA. ES UNA CARADURA, COMO CASI TODOS LOS GATOS Y SE HA ADUEÑADO DE MI CASA. ESPERO QUE VUELVA A SUS COSTUMBRES EN LA CALLE. TE AGRADEZCO MUCHO QUE LO HAYAS LEIDO. SOY UNA CUENTISTA, ES VERDAD! BESOS.
ResponderEliminarPaso a ver tus blogs todos los días, hay veces que no has puesto nada nuevo, y me dan ganas de decirte... he estado aquí, pero dirás que soy muy plasta.
ResponderEliminarNo me agradezca que pase a verte, han sido muchos años sin vernos, recuperarte ha sido para mí magia pura, me siento feliz de que así sea. Un besazo grandote amiga.
Si!!!! Tu visitarme, no dejes de visitarme. Me alegro muchísimo. No he podido escribir nada nuevo... bueno ,si. Me he pasado buen rato hasta que he conseguido unir los dos blogs,¡Un triunfo para mi! Espero que te facilite, cuando escriba algún trabajo nuevo. Yo estoy encantada con tu compañía, internauta. Muchos besos..
Eliminar