viernes, 6 de junio de 2014

HISTORIA DE UNA NIÑA CAPITULO VIII

VACACIONES EN LA ESCUELA

¡Estaba libre! ¡ Qué buenas me parecían las vacaciones!
No fueron del todo días de juegos y libertad.Mi  madre tenía planes. Nos llevó al nuevo chalet donde la habían contratado de jardinera, con todo su equipo: dos niños mocosos de 7 y 5 años.
    ¡Qué chalet tan raro! pensé. Estaba colocado sobre unos altos y gruesos  pilares . Debajo había un gran patio con bancos largos y tiestos. La vivienda tenía dos plantas, con balcones largos todos de madera. Doña Aurora, la dueña dijo que era un "Horreo" como los de Galicia  Pero era enorme y tenía un más o menos cuidado jardín para atender y regar. Mi madre nos sentó en un banco y dijo que no nos moviéramos para nada. Tenía ranuras y jugamos todo el tiempo a meter piedras y  palitos entre ellas.
    Volvimos todas las tardes. Aprendimos a quitar hierbas, a mover tiestos con flores, a cortar flores secas, pero sobre todo a lo más divertido: a regar. Era fácil, nos dejaba la manguera y había que mojarlo todo.Aunque parecía divertido,  al cabo de un rato, no lo era. Pesaba la "goma" y mi madre insistía para que mojara más y más la tierra. No se acababa nunca. Protestábamos y nos dejaba ir a jugar.
    Por el suelo del patio que tenía grandes baldosas, corrían las gordas hormigas y muchos otros "bichitos", yo me paraba mucho rato a ver que hacían, no tenían escapatoria, era un suelo muy grande. Alguno se había perdido y daba vueltas sobre sí mismo.



ZAPATERO



 Otro arrastraba una carga pesada muy lejos, se chocaban, se saludaban y acababan escondiéndose en algún agujero. Cuando me cansaba de mirarlos, buscaba trozos de yeso y ladrillo para pintar casas y  flores en el suelo. Mi hermano jugaba con chapas y piedras por otro lado.
    Se terminaba la tarde y nos íbamos a casa por un camino de plantas y espinos. Nos parábamos en todos los sitios a coger hierbas aromáticas,  recoger nueces, o arrancar cerezas en la tapia de un chalet que tenía sus ramas asomando la calle.Nos subíamos uno encima del otro y mi hermano trepaba y las cogía.

2 comentarios:

  1. Es bonita la casa, seguro que para niños tan pequeños parecería un palacio, y seguro que allí se podrían correr un montón de aventuras. Ya veo que las heroínas de nuestras historias son nuestras madres, que tuvieron que sacarnos adelante más que con fuerzas con ingenio, sin que nada se les pusiera por delante¡¡¡ qué gran mujer debió de ser!!!
    Seguiré leyendo tus relatos, ahora he vuelto a Madrid unos días, pero me volveré a eso del martes, mientras… te sigo. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias. No sabes hasta que punto pienso en la heroicidad de las madres, sobre todo de la mía. Escribiendo me doy mas cuenta. y me asusta no poder decirle cuanto agradezco¡¡¡ "todo"!!!. Escribir es un pequeñísimo homenaje.

      Eliminar

yacimientos arqueologicos

YACIMIENTOS ARQUEÓLOGICOS DESCUBIERTOS EN MADRID , ARTICULO PUBLICADO EN REVISTAS ESPECIALIZADAS. INTRESANTE, PERO NO ENCIUENTRO MÁS DATOS A...