sábado, 22 de agosto de 2020

SOMETHING EXTRARDINARY EVERY DAY





¿Qué me ha sucedido hoy que considere extraordinario?
He regresado de vacaciones con muchas ganas de hacer cosas. La primera: ver a mis amigas, hablar,compartir sentimientos y anécdotas. 
La segunda: convivir más con mi familia,la tenía algo olvidada.
En los últimos meses he estado muy alejada de ellos a causa de mis terribles jaquecas. Me martirizan durante casi todo el día.Tengo que aprender a dominarlas. Paso la vida en habitaciones oscuras y sin poder apenas pensar.
Las últimas pastillas parecen haber dado resultado y me encuentro hasta de buen humor.
 En los meses anteriores, mi hija mayor se sentía sola y triste, teniendo que cargar con la mayor parte del peso de la familia,compartiendo las cargas con mi marido que se mantiene siempre amable y servicial, mostrando una sonrisa al ayudar a todos.

Han pasado dos horribles semanas. Las medicinas empiezan a hacer efecto, me siento otra persona, quiero hacer todo lo que esté a mi alcance para que la vida de todos sea un poco más fácil. 

Deseo salir a la calle y conocer cada rincón de mi ciudad del cual no me haya dado cuenta antes. Quiero subir a un autobús y transportarme de parada en parada, contemplando las ruidosas calles y la apresurada gente ¡Son tantas las cosas que me he ido perdiendo durante estos últimos años!Siempre en lugares oscuros de la casa, nunca sintiendo la luz en la cara, como un pequeño fantasma que nadie pudiera ver. Hoy me siento otra. ¡Que agradable es la vida sin dolor!
 Mi esposo Ramón sentía que me perdía; mi mente divagaba y decía palabras sin sentido, pero molestas y ásperas.
Aprovechando éste momento de mejoría nos hemos tomado unas vacaciones que han sido maravillosas. El dolor aparecía pero suave, como un movimiento interno que me hacía darme cuenta pero no sufrir. La playa ha sido un relajante especial, El mar se movía con agradables idas y venidas. He cogido muchas fuerzas.Ahora necesito que esta curación dure para siempre y tomar un montón de decisiones, debo vivir la vida tratando de hacer las cosas que nunca pude.
Vuelvo a acercarme al mar. Pienso y pienso. la cabeza parece girar, los pensamientos no son claros ¡Qué me está pasando! 
Desde hace unos meses ha ocurrido algo que me hace pensar y sentir sesaciones muy raras. Ramón no es el mismo, ya no suele estar en casa, viaja muy amenudo, pasa noches fuera, a veces con un suave beso me despide para tres o cuatro días. Marta mi hija, confiando en mi mejoría sale con su novio constantemente. hacen  muchos viajes y apenas hablamos.La pequeña comenzó este año una estancia en Estados Unidos y no volverá hasta el próximo verano.
 No siento apenas dolores;He viajado en autobús por la ciudad me he sentado en las terrazas y h,e observado a la gente, se les ve alegres,¡claro!¡los que lloran y sufren no van al centro, y compran, beben,ríen!
Increíblemente hecho de menos los momentos en que todos estaban pendientes de mi dolor y mi vida.
Ellos creen que ya no los necesito tanto y volaron lejos. La casa esta siempre sola y vacía... siento ganas de dejar mis medicamentos y tener fuertes dolores para recuperar su afecto y atención. Creo que me estoy volviendo loca. No se pueden cumplir todos los deseos y tener todos los afectos. No se puede tener a la gente a tu alrededor prisionera de tus antojos y necesidades.


La soledad me lleva al orilla del mar.Miro hacía el horizonte. Las olas me acunan y me mecen. Noto algo que parece llamarme desde las profundidades.  Siento como si allí adentro no hubiese ni dolor ni incertidumbre y todo fuese calma y serenidad.
Aparece un fuerte deseo de huir de todo: de ellos,del dolor,de la casa,de las frustraciones...
 Tengo ganas de correr hasta el mar sumergirme y no dejar las aguas hasta que la profundidad llegue a mi cabeza. 
Ya llego al mar,le veo y le rindo honores, será el feliz lugar que me acogerá para siempre.