Hay que aprovechar todas las visitas culturales que nos llevan con profesores de la universidad y que nos enseñan tantos detalles y tantas anécdotas históricas. Nos acumulan en la cabeza datos interesantísimos que luego no podemos recordar.En la última excursión conocimos muchas cosas interesantes que no habíamos oído o leído antes, aunque todo está en los libros y en documentos que estudian los profesores e historiadores.
Por éste motivo he decidido escribir todo lo que puedo recordar que cada vez se diluye más.
La primera parte de la visita fue a la plaza de Oriente. Allí con la maravillosa vista del palacio, comenzó el profesor a explicar.
La fundación de la ciudad de Madrid.
Los Árabes habían invadido España en 1753. Se encontraban guerreando con cristianos al norte de Toledo. Escogieron un lugar que se mostraba estratégico, para hacer una fortaleza amurallada que les defendiera de cualquier asalto.
La muralla tuvo varias puertas: una fue la de la Almudaina, que daría el nombre a la Almudena, por la imagen de la virgen que según la tradición fue encontrada en una hornacina de la fortaleza.
Primera fortaleza y segunda muralla
Con el tiempo a las afueras de la muralla se situaron mas personas que se añadieron para unirse a los servicios del ejército.
En medio de los dos cauces del rio se estableció de manera natural la calle mayor que se encaminaba hacia la Puerta del Sol y después hacia las huertas del retiro, siguiendo hacia Alcala de Henares.
Los musulmanes crearon muchos caminos en la zona. Fueron zonas asequibles para el transito por la península que aún a día de hoy forman las carreteras más importantes de Madrid. La carretera de Toledo, la carretera de Extremadura, etc.
En un momento determinado debido a luchas internas, los musulmanes fueron vencidos y el rey Felipe II, se situó en el alcázar reformándolo para su uso y extendiendo la población en la que se formó otra segunda muralla más grande para proteger la zona.
En época no muy lejana se decide hacer grandes obras en la ciudad y en las excavaciones se encuentran los restos de la muralla y otros edificios. Se forma un gran dilema si proteger o construir, al final se construye y a la vez se destruyen grandes zonas que nos mostraban la formación de edificios antiguos y las características de la ciudad en diferentes etapas. Quedan restos de la muralla que se conservan ahora con esmero en la Cuesta de la Vega, y algunos otros trozos que aparecen en el metro, bajo cristales y en zonas de la calle.
Al principio no se le dio la importancia que ahora se contempla, en estos momentos se da gran valor a la vista de los cimientos con los que se formó la ciudad.
En 1734 el día de Nochebuena el alcázar se incendió y no solo desapareció la sede de la corte española sino también la que un día fue la primera construcción de la ciudad: la primera fortaleza musulmana construida por el emir Mohamed I entre los años 850 y 886.
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