En primer lugar es necesario, beber mucha agua, ( dos litros diarios),descansar lo suficiente y practicar ejercicio de forma regular.
Son muy importantes los tres cuidados básicos: limpieza hidratación y nutrición.
Limpiaremos nuestra cara por la noche para retirar suciedad y maquillaje. Volveremos a limpiar por la mañana para arrastrar los restos de grasa.
Hidratar es importante para reponer y proteger.
La acción de nutrir se realiza principalmente por la noche.
Debemos tratar nuestra piel con loción hidratante por todo el cuerpo.
La mejor dieta para mantenerla joven y flexible es una dieta equilibrada.
Necesitamos Vitamina C: corrige las alteraciones del colágeno responsable de la elasticidad de la piel.
Cítricos, pimientos brócoli, repollo, patatas, berros... la tienen abundantemente.
Vitamina A para la vista y la piel.
Cebollas espinacas y vegetales de color rojo y anaranjado no deben faltar.
Mantequilla, huevos y lácteos enteros aportan mucha vitamina, pero deben ser tomados con moderación por su abundantes calorías y colesterol.
Proteinas: de ellas depende que la piel pueda regenerarse y mejorar su aspecto.
Se obtienen principalmente de pescado, carnes, huevos, lácteos y legumbres.
Para obtener la fibra que reduce el tiempo que las sustancias tóxicas entran en contacto con la pared intestinal, es necesario tomar cereales integrales, fruta y verdura.
Complementos muy buenos para la piel, son los ácidos grasos: el aceite de oliva de semillas y el germen de trigo.