1 Ciudad de la costa ruidosa y original

  
  Me he traslado temporalmente, estoy en  una ciudad de diversión y de ocio de la costa, que tiene una vida muy peculiar:  es  curiosa.
Veo muchs cosas diferentes a mi ciudad habitual,  En éste caso, me refiero a la manera de vestirse. Lo hacen de manera muy desenfadada.
 Por las tardes, las señoras se arreglan de forma  veraniega, con colores claros y alegres, variadisimos. En ocasiones parecen ir boda, en otras, hippie,asi sucede  en todos los sitios de playa, pero por aquí, a los jovenes que se reúnen cerca de las discotecas y lugares de ocio, les encanta disfrazarse...
 A los hombres les gusta vestirse de mujer y pintarse, he visto bastantes que  escogen el disfraz de embarazada, cosa curiosa.
 Las mujeres sobre todo extranjeras se visten de Minnie , de walquiria nórdica, de miles  de cosas. En muchas ocasiones el vestuario es de grupos.
 Un montón de personas, hombres o mujeres van vestidas iguales, de  muy imaginativa: y extraña, o de forma mas común; apareciendo grupos  de enfermeras con su médico, muñecas con coletas, presidiarios, piratas.
 Parece ser que la fiebre de las amigas de la novia-o,  en las despedidas de soltero-a, ha pegado aquí muy fuerte
Acabo de ver un grupo de chicos muy 
divertidos, disfrazados de monjas de traje corto con un acompañante que semeja  un papa, vestido de blanco, me imagino que es el 




























novio.
Asi, una colección de personas disfrazadas se mueve entre la gente que, también parecemos disfrazados: de bañistas, con la sombrilla 
bajo el brazo, o  de jubilados en grupo, incluso, disfrazados de turistas ingleses, bebedores de cerveza. Pensándolo bien, todos vamos disfrazados aquí. Yo misma me traigo ropa exclusiva para ésta zona, incluso he pensado vestirme con algo atigrado o animal, que se ve muchol. Se me ocurre que me gustaría, ponerme pantalones  ajustados de tipo jaguar con una camisia con lentejuelas, tacones y unas gafas de pasta blancas para el sol. Me encantaría, aquí no chocaría, sería casi normal, pero no tengo valor suficiente para ponerme ese estupendo disfraz de mujer fatal. 
Lástima, es mi peúltima oportunidad de cambiar radicalmente sin llamar la atención en ésta " peculiar ciudad de ocio en la costa"