- Nos da miedo? Creo que sí, que a nadie le gusta. Mi experiencia ha sido mala. He ido desde muy pequeña a dentistas de pueblo sin medios adecuados ni aparatos tecnicaménte muy modernos.
Afortunadamente, todo ha cambiado y hoy ya no me atemorizan, al reves, me solucionan problemas y voy cuando creo que lo necesito.
He observado que no te van a hacer sentir dolor. Cuidan mucho que no sufras nada, supongo que les va su buena imagen y aumento de clientela en ello.
Tienen unos aparatos que les solucionan los problemas de tirones y fuerza, pero hay cosas que no puedes evitar: que tu cerebro trabaje y piense en lo que están haciendo: pinchar, fresar , cortar y hasta atornillar objetos a tu hueso, y no digo más por no poner los pelos de punta a quien me lea.
Entonces es el momento de cambiar los pensamientos y usar todas las técnicas que conozcamos de relajación: respirar, contar, pensar en que eres alguien del exterior de tu cuerpo, etc; Bueno... quizá exagere y al final sea... ¡que si que me dan miedo los trabajos del dentista en mi boca!
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