PALACIO DEBOADILLA DEL MONTE- VISITA CULTURAL-EL INFANTE D.LUIS

 

En una  de las últimas visitas culturales que de vez en cuando realizo, he visitado el palacio  del infante D. Luis en Boadilla del Monte.

Tiene una bonita fachada con dos torres a los lados, delante se conserva una hermosa plaza de media luna con una fuente decorativa, aunque dedicada a rellenar los aljibes para el mantenimiento del edificio. En su fachada sur, más alta que la norte nos muestra una zona de paseo y parada de carruajes con un jardín decorado con plantas al estilo francés en terraza ,desde el que se baja mediante unas bellas escaleras  a  las huertas dedicadas al aprovisionamiento del palacio.

 Fue diseñado en parte por el gran arquitecto: Ventura Rodríguez.  Es un edificio  muy interesante por su  arquitectura y por su historia llena de argucias palaciegas.

Actualmente pertenece al municipio, que lo compró a los descendientes del infante tras muchas negociaciones. En sus principios perteneció a los marqueses de Mirabal.  El rey Carlos III lo compró para su  hermano el Infante D. Luis.

Cuenta la historia que el infante no se amoldaba a los deseos del rey de que perteneciera a la iglesia, para lo cual le habían nombrado obispo con pocos años. Le concedieron el titulo de obispo de Toledo pero el se dedicó a la caza y a la música en otro palacio en Arenas de San Pedro donde vivió bastante tiempo.. El infante deseaba casarse y formar una familia. renunció a sus títulos y posteriormente residió en Boadilla del Monte en el palacio de su nombre. Se casó con una joven plebeya: María Teresa Vallabriga.

Tuvo tres hijos. Luis María, María Luisa y María Teresa, la llamada condesa de Chinchón, a la que casaron muy joven, por interés, con el valido del rey y secretario de la reina María Luisa de Parma: Manuel Godoy. 

Podemos pensar que no fue muy feliz. fue pintada por Goya en un retrato siendo muy joven en el que aparece triste y asustada, así la debió de ver el famoso pintor.

La historia nos ha ido trasmitiendo parte de sus desgracias.

 Al principio ella estuvo contenta con la boda, había vivído encerrada y pensar en trasladarse a la corte la ilusionaba, además su familia fue restaurada en sus titulos y pudo usar el apellido Borbón que le había sido negado por el anterior rey Carlos III; en aquél  momento reinaba Carlos IV.

 Tuvieron una hija: Carlota.

 La ilusión por la corte y los títulos le duró poco.  Godoy tenía una amante : Pepita Tudó que incluso vivía en la misma  casa. Poco a poco María Teresa fue odiando a su marido e hizo intención de abandonarle pero la reina le aconsejó que volviera con él.

La invasión napoleonica cambió todo. Godoy fue encarcelado y Maria Teresa se exilió en Paris, donde no encontraría la paz pues tuvo una pareja que la maltrataba.

 Vivió pobre y tuvo que vender muchas joyas. Murió en 1820.

Su hermana se encargó de que sus restos fueran depositados en el palacio de  

Boadilla, en una tumba esculpida con su figura.

Una historia llena de luces y sombras que nos recuerda cualquier libro de intrigas palaciegas   que en éste caso superarían a cualquier ficción,