Los gatos, nuestras queridas mascotas, son raros, personales, ariscos a veces, cariñosos en extremo cuando quieren algo; saben convivir y ser independientes.
A veces se van un día o dos y nos preocupan. les llamamos por las calles como un anunciante o pregonero y hacemos " ruiditos": "bis bis bis".La gente nos mira con compasión.
En ocasiones los felinos son muy pesados y "runrunean" a nuestro alrededor, enredándose en nuestros pies hasta hacernos tambalear,o no se apartan de su rincón favorito
Tenemos que estar pendientes de ellos, de sus comidas, de que no se queden en la calle, de que no se peleen.
Si están enfermos estamos preocupados, si no comen también ,si maullan exageradamente, como es el caso de nuestro gato, nos asustamos por no saber que es lo
que le pasa.
Cuando le buscas, se hace el sordo, o corre para el lado contrario.
Como está acostumbrado a la comida seca, tenemos un problema si se nos acaba. No quiere ninguna comida de casa, prefiere quedarse sin comer.
Suele esconderse dentro cuando queremos que esté afuera.
Cuando deseamos que esté en el interior porque hace frío o llueve, no acude a nuestras llamadas.
Son " encantadores" suaves y bellos en sus movimientos, inteligentes para sobrevivir en cualquier ambiente. pero... ¡Cuanta "guerra" dan!