El día anterior a Semana Santa, "Tras", nuestra gata de 12 años no apareció por la mañana como hacía todos los días. Nada mas abrir la puerta del jardín, allí estaba esperando para comer y descansar en su cojín favorito, pero ese día no estaba; pensábamos que se habría dormido debajo de algún árbol o en cualquier otro escondrijo. No apareció en todo el día. Esperamos al siguiente; tristemente tampoco estaba. Salimos a llamarla por los alrededores, nada, no aparecía por ningún sitio conocido. Al tercer día pusimos carteles en los buzones y mis hijos preguntaron a los vecinos uno a uno.
Al cuarto día de investigación estábamos todos en casa llenos de preocupación. Suponíamos que donde pudiera estar, no estaba en su casa ni con sus dueños; estaría muy nerviosa, enferma, sola....
¿Quizá la habrían encerrado sin querer en algún garaje?,¿cuánto podría aguantar un gato sin comer? ¿ y sin beber? ¿Estaría arañando todo para salir? Que angustia, es un gato, no una persona, pero vivía con nosotros desde hacía 12 años. Nos entendía, la conocíamos perfectamente. Parecía hablarnos,.
Al quinto día de búsqueda y preguntas, el vecino más cercano nos dijo que habían visto un gato muerto de color negro en la carretera, ¡Que cosa más rara, qué angustia! ¿Y si fuera Tras? ... Era muy posible, pero, ¿ donde estaba? Ya nadie nos supo dar más explicaciones. Pasaron los días y nunca más volvió. Siempre que abrimos la puerta esperamos su figura negra y rápida para que no la cerraran. La oímos arañar en la ventana o la vemos subida en un árbol por el jardín cazando lagartijas... Son imaginaciones.
La echamos de menos y no queremos pensar en ella, porque nos da mucha tristeza.
Era sólo un gato, pero tenía su propia personalidad y nos quería y entendía.
Teniendo animales se sufre también mucho en su desaparición o enfermedades
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