Me gusta que la gente de mi entorno reciba un regalo mío. Me dejo encandilar por los escaparates, sobre todo los de bolsos, fulares y pendientes, alguno de mis objetos preferidos.
A lo largo del tiempo comprar los regalos nos ha parecido una locura que nos ha echo gastar mucho tiempo. Yo compraba algo para cada una de las personas de mi familia,al igual que para mis amigos. Los demás hacían lo mismo, ¿Y que ocurría? Nos juntábamos con un montón de regalos, muchos, quizá demasiados
Han sido muchos años, pero no podemos continuar así, además han llegado los pequeños y son los preferidos para tener cosas bonitas. Haremos algo nuevo. Nos regalamos por parejas. Todo el mundo tendrá algo y no habrá que cavilar ni hacer tanto gasto. No os explico cómo es el asunto pero, creemos que funcionará mejor.
En mi casa solían dar muchas vueltas para ver cual era el mejor regalo y yo pienso: Regalarme a mi es muy fácil pero ellos no lo saben muy bien. No me he sabido manifestar nunca, pero me gustan las colonias, las cremas que no me compro nunca, los bolsos, preferentemente que pueda elegir, los libros del momento, los pendientes sencillos, las pulseras, la ropa, los viajes, los teatros...¡Madre mía, me gusta todo!
Parece el asunto muy frívolo, pero tener ilusión no lo es, a veces es incluso imposible.
Estoy contenta de que me gusten todas esas cosas, si me llega alguna, me alegra.
Deseo que todo el mundo tenga la posibilidad de recibir sus regalos, sencillos o complicados, pero, se que muchísima gente no los recibirá... ¡ojala pudiera disfrutar todo el mundo de una vida tranquila y con salud...sería el mejor obsequio.
¡Empaquetemoslo!
¡Empaquetemoslo!