Un pié averiado en Agosto,
Afortunadamente no tengo el pié roto, pero si que me he caído y me he hecho un esguince, con rotura de ligamentos.
Los ligamentos, supongo que se han roto solo un poco, porque se van curando día a día y si fueran muy rotos, me tendrían que hacer pasar por un quirófano.
Diría que estoy muy harta, que me aburro a pesar de los aparatos,ordenador, teléfono, tablet...( ¡hay que ver cuantas cosas tenemos para entretenernos)
No puedo hacer casi nada, porque todo requiere desplazarse y no debo hacerlo.
No puedo apoyar el píe, con lo que me desplazo con muletas.
No me imaginé que tuviera que ser diestra también en muletas. Me parecían terribles palos "machaca huesos", y elementos para tropezar y caer a la "mínima". Pero "mira tu por donde" son las que me sujetan y me permiten ir de acá para allá.
Hay que saberlas manejar y no llevarles la contraria, porque si las enfadas, se vuelven contra ti y pueden hacer lo que quieran contigo, que te tambalees, que te duela mucho el pié o que vayas al suelo y tengas que empezar de nuevo la cura.
Las trato con cariño y con suavidad, me contengo a pesar de que tendría ganas de correr y soltarlas, tirándolas por la ventana, (que no se enteren)
¡ Con lo lento que es descontar los días desde la caída!
Se pierde la normalidad de las jornadas; éstas se manifiestan como un solo día muy largo... en el que hay que comer y dormir muchas veces.
Trato de no pedir ayuda demasiadas veces, pero mi disgusto es no poder ayudar a nadie. Menos mal que no está aquí mi nieto "terremoto," porque... ¿ Como voy a correr detrás de el para que no se caiga, si me tiene que sujetar a mí?
Tengo que confesar que estoy muy tranquila, todo el mundo en casa se ha tenido que marchar, yo me manejo despacito, pero hago lo que quiero lentamente, sin ruidos ni prisas, sólo me preocupa realmente, hacer la comida de manera sencilla y sin problemas para mi pié. Siempre me paso un poco y me acaba doliendo,
Me gustaría que fueran los días un poco más rápidos y volver pronto a la normalidad, hasta ahora me parecía un accidente sin importancia, y también lo deben creer mis amigos, ya que al estar en medio de agosto todo el mundo viaja de acá para allá y nadie me visita.
Si quiero ver gente diferente a los hombres de la casa, me tienen que llevar a algún sitio.
Miro y remiro el pié para ver si se deshincha pero siempre está igual, parece que no se cura, aunque creo que estoy mejor.Es lo típico de los enfermos, les consume la impaciencia. ¡Uf! Tengo que entretenerme de alguna forma que sea útil.
Debería coser, eso lo puedo hacer, pero es demasiado lento y aburrido.
¡Vamos a por la comida y a ordenar papeles a ver que tal!
Estoy como un pájaro al que le faltara un ala, o un gato que tuviera solo tres patas. ¡Quizá también doy lástima a la gente al ver a alguien que no puede realizar su función! ¡Me da una envidia la gente que desplaza su cuerpo como si las nubes acariciasen sus pies, caminando ágiles por las atrayentes calles sin ninguna dificultad!
Suben y bajan empinadas y duras escaleras como si fuesen mullidas alfombras. y no se dan cuenta de que son elementos hostiles que en cualquier momento te darán un "empujoncito" hacia un pequeño tropiezo o distensión muscular que te tendrán prisionera de ridículos artilugios que imitan toscamente la acción de andar.