El contagio por coronavirus en España se extiende y crece alarmantemente. Se toman medidas que son cada vez más duras respecto a cierres de ciudades, movimiento de personas y viajes.
En ésa semana se decretaron varias normas, la principal fue, establecer el “estado de alarma” que se votó en el Congreso; anteriormente ya se había decretado el “toque de queda nocturno”.
El Estado de alarma sirve para que las Comunidades Autonómicas tomen medidas sin tener que pasar por los tribunales para que las autoricen.
En la fecha del 1º de noviembre, con un puente en el calendario, todas las comunidades se blindaron para que no hubiera desplazamientos y no se trasladasen los contagios de un lugar a otro haciendo que aumentaran.
Las personas se podían mover por sus poblaciones o comunidades, salvo en algunos puntos que sufrían otras restricciones más fuertes. En general era un verdadero lio.
A pesar de éstas medidas nada ha detenido al virus. Aumentó el número de contagios, el de ingresos en hospitales y el de fallecimientos, que es el más terrible. Parece que llegó lo que se consideró por los expertos, la segunda ola
En España la cantidad de infectados, el viernes 30 de noviembre, fue de 25.500, aproximadamente, el record de un día en toda la pandemia del Covid- 19.
Algunas regiones como Melilla, apostaban por un nuevo confinamiento.
En Madrid comenzó un ligero descenso de pacientes ingresados y fueron descendiendo los pacientes en U.C.I.
a pesar de que había un descenso de "la curva", los. problemas seguían.
Para complicarlo, comenzaron disturbios en muchas ciudades de España y del mundo, por quejas de libertad, y contra las medidas del gobierno. Estas quejas empezaban siendo tranquilas, pero grupos antisistema actúaban entre los manifestantes con mucha violencia creando destrozos y lucha contra las autoridades. Internet daba pie a rápidos avisos de concentraciones y pronto estában dispuestos a manifestarse las diferentes agrupaciones.
Las Comunidades irían tomando otras medidas más disuasorias a la hora de salir a los bares y terrazas.
Los jóvenes estában muy disgustados porque les cerraban todos los lugares de ocio y tampoco se les permitía las reuniones en la calle en horas nocturnas.
9 de marzo
La Navidad en cuanto a medidas de protección y permiso de reuniones, fue bastante laxa.
Al pasar 14 días, los contagios entre la población , comenzaron a ascender. Fue el comienzo de la tercera ola
Los hospitales se llenaron y las U.C.I.S. fueron teniendo cada vez menos capacidad. Como era normal, las cifras de fallecidos crecieron alarmantemente.Los sanitarios pedían ayuda y más medios humanos.
Las comunidades autónomas comenzaron a tomar medidas más drásticas: cierres perimetrales; la hostelería tambíen cerró,al igual que discotecas, centros comerciales, gimnasios, centros de ocio...
Se mantuvieron las medidas desde finales de enero hasta los primeros días de marzo en los que los contagios fueron disminuyendo y los hospitales recibian a menos pacientes. Sanidad quería llegar a un 50 de cada 100.000...
Las vacunas llegaron por fin. Se estaban anunciando desde Diciembre. El problema es que no se suministran en suficientes cantidades, pero parece que van dando buen resultado. Se ha comenzado a vacunar a sanitarios y personas de residencias y ahora se vacuna a mayores de ochenta años.
En estos momentos ha surgido otro problema añadido a la llegada de nuevas y más contagiosas variantes del virus, como: la variante britanica que ahora parece ser preponderante.
La siguiente tormenta viene por las vacunas de la compañía Astra Zeneca que además de no producirse en la cantidad que habían ofrecido, ha manifestado su uso sintomas de embolias o trombos que se están estudiando y por los que se ha parado en muchos paises la vacunación. Parece que vamos: "un paso adelante y dos hacía atrás"
Esperemos que pronto se despeje el horizonte.