La zona en la que me muevo durante mis vacaciones no es especialmente bonita, ni tranquila, ni tampoco silenciosa, pero tiene el encanto del sol y del mar.
Está llena de gente, pero es divertido ver pasear a tantas personas diferentes y a veces estrafalarias.
Se come bien, se baila, se pasea y sobre todo se toma el sol, que nunca falta, aunque en verano apriete fuerte y el agua del mar te estimula y te consuela.
Esta ciudad especial, que está abierta lo mismo en invierno que en verano y que posee cualidades estupendas y defectos imposibles, es Benidorm; la población que se odia y se ama. La ciudad de los rascacielos en su paisaje extraño. Pero que tanta gente disfruta y repite..
Qué bien lo conoces, y es que Benidorm es así, pero a nadie deja indiferente, es hermoso y bullicioso, la gente allí no se siente ridículo vaya vestido como se le antoje, es otra forma de vida, y estando de vacaciones se pierde todo o casi toda la vergüenza… así se pasa mejor.
ResponderEliminarAquí en “mi playa” todos somos más moderados, hasta en verano, es verdad que hay bullicio, música, y charanga, y como no botellón, que este año ya veremos lo que pasa, ya que no van a permitir que lo hagan donde siempre, ya sabes, cosas del ayuntamiento, y tortas con los jóvenes que en algún lugar tienen que juntarse.
Bueno veo que lo has pasado muy bien, y a lo mejor aun estas disfrutando del mar como yo. Un beso grandote a los que tengas cerca.