lunes, 2 de junio de 2014

HISTORIA DE UNA NIÑA CAPITULO VII

¡HAY QUE IR A LA ESCUELA!                                                                                    
Nos quedábamos en la cama hasta muy tarde, después había que entrar en calor en la lumbre. No se podía salir a la calle, nevaba y hacía aire. Mi hermano y yo, jugábamos con los juguetes nuevos. Mi madre, salía y entraba con leña, o con comida para las gallinas, el viento se colaba por la puerta y "bufaba".
Cuando mejoraba el tiempo, íbamos a casa de los amigos y vecinos, allí no teníamos frío. Jugabámos a escondernos y a otros juegos donde se corría y acababas con calor.
Llegaba la primavera y el tiempo se calmaba. Entonces ocurrió la algo que cambió mi vida de nuevo, pero ésta vez duró muchos años.
 No me gustó nada el cambio.Fue muy  duro y difícil. Estuve muy triste. Mi madre me llevó por primera vez a: La Escuela. 
Nunca me había enfrentado a tantas niñas juntas.El curso iba avanzado. Todas estaban sentadas en la clase cuando entré. Me miraron a la vez. La profesora me presentó y me dijo que me sentara en una mesa de atrás; junto a una niña rubia con el pelo rizado. Hablaba de mí, pero yo no la entendía. Las niñas me miraban y mi cara se puso roja, mi corazón se aceleraba. ¿Donde estaba mi madre? La busqué con la mirada, nada,.. la puerta estaba cerrada y no había rincones ni armarios donde meterse.Quería irme ya, me pareció bastante aquel rato allí encerrada.
    Seguía el martirio, ahora ponía letras en una pizarra, decía que escribiera mi nombre y copiara las letras. ¿Mi nombre? ¿Cual nombre? Me llamaban Nana, no sería ese. Mi madre me había dicho, si te preguntan, te llamas: Priscila Gómez, pero esa no parecía yo. Tenía un cuaderno y un lapicero con rayas. La niña de al lado me dio un codazo-¡Escribe! me dijo. Cogí el lápiz y comencé, pero los ojos vidriosos no me dejaban ver bien y mis dedos temblaban. Se me escurrió el lápiz y cayó por entre las rendijas. Estuve callada un tiempo sin saber que hacer, no podía levantarme a buscarlo.Seguía nerviosa. La profesora se dirigió a mí:- ¿Porqué no escribes?- No tengo lápiz,- alcancé a decir.
Sospechó que me lo habrían escondido las niñas y empezó a decir cosas y cosas que se acumulaban en mi cabeza y apenas oía.-¿Quién ha sido?¿ que levante la mano?.Yo no sabía si hablaba de mí o de que cosa, y  añadía- No os da pena de una niña que acaba de perder a su padre.-¡ Era yo! ¡ Pero si mi lápiz estaba en el suelo! No podía decir nada, tenía miedo, y las niñas me miraban con descaro y curiosidad. No pude más y me eché a llorar. La profesora me puso a su lado y me consolaba. Fue peor estando de frente.No podía parar. Me dejó allí hasta que acabó la clase.
   Habló con mi madre, cuando vino a buscarme. No se que dirían, pero yo estaba a salvo, seguro que no tendría que volver allí nunca más.
    Eso pensé, pero no la pude convencer. Al día siguiente me volvió a llevar, y al otro, y al otro. Todos los días fueron horribles. A duras penas me adapté. Conocí a dos niñas, pero tenían amigas y se iban siempre juntas, Las demás me seguían mirando cómo una extraña.  
    Escribía cosas, me enseñaban los animales, las ciudades. Algunos personajes. Aquello parecía interesante. Aprendí a leer a escribir, a sumar. Los números eran lo más difícil, pero  iba consiguiendo entenderlos.
    La señorita Augusta había sido siempre amable y comprensiva conmigo.Me puso las cosas fáciles y fui aprendiendo y superando los temores.-Quizá la escuela no sea tan mala,-Pensaba a veces. Pero de vez en cuando sucedían cambios. Se decidió  que teníamos que llevar ropa igual todas las niñas, entonces nos hicieron las madres un "Babi" de tela blanca abrochado atrás. ¡Era horrible! Tenía mangas que me ponía sobre un grueso jersey. Me apretaban mucho. No podía escribir bien Me sentía como atada. Era muy raro ir de blanco todo el día.

     Mi ropa normal era un jersey tejido por mi madre y un vestido debajo. Llevaba siempre mis botas de goma negras, para evitar mojarme en los charcos. Las piernas se me ponían rojas tirando a morado, por el frío.  Los calcetines solían  estar"comidos" y mojados en la parte delantera de las botas.

 Iba sola a la escuela, mi hermano aún era pequeño para ir. Bajaba la cuesta y parte de la carretera con mi "cabás",  jugando y distrayéndome con las hojas; las castañas caídas, los charcos. Llegaba muy tarde. Me regañaba la "señorita" pero se me olvidaba pronto y lo repetía todos los días. 
Entraba en la escuela despacito sin hacer ruido para que no se enterara nadie, pero siempre me pillaba. Aprendí a decir -Es que no he podido venir antes" pensaba que era verdad. No había sido posible. Mi madre me regañaba alertada por la maestra. Se ponía muy seria y me decía cosas que no quería oir: distraida, despistada,atolondrada. yo pensaba-¡pèro si no he hecho nada! 
 Los siguientes días lo repetía porque pensaba que solo me entretendría un ratito muy, muy corto.-Total pisar dos charcos y buscar castañas, no me harían llegar tan tarde!- ¡Vaya, ya han entrado!¡Otra vez chaparrón! 
Por suerte empezó el verano y se acabó la escuela.






2 comentarios:

  1. Cuanto me ha gustado volver a encontrarte hoy aquí, entre tus letras y las mías, el tiempo no ha podido con nuestra amistad que para mí siempre fue importantísima.
    Sabes amiga mía, ya había olvidado tu acento en las palabras, el otro día cuando nos encontramos volví a sentirlo, fue una vuelta atrás pero en el hoy que hay veces que nos maltrata, te sentí bien aunque sentí algo que revoloteaba que no me dejo ir mas allá en el sentimiento, claro que a lo mejor son cosas mías, soy una bruja adormecida por los sentimientos tristes, pero te llamare en unos días y hablaremos tranquilamente, ya sabes que me quede con tu móvil. Bonita la historia de una niñez tranquila y dulce.
    Te quiero amiga del tiempo y de colores. Un beso enorme.

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  2. ¡Gracias! ¡Claro que hay cosas que revolotean! ¡Bruja, buena! Pero cada día hay que aprovecharlo bien, "por si acaso" y eso trato.
    Sobre lo escrito, trato de escribir como si fuera una niña, aunque es difícil.¡Bueno , ahí está! ¡Me gusta más que planchar!

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DANA

Significa: Depresión Aislada en Niveles Altos. Yo no lo puedo explicar muy bien pero  si se, que se debe al calor del mar y a la humedad que...